lunes, 6 de noviembre de 2017

Dressed in Voices



Mostly Autumn todavía usa la etiqueta folk debido a sus primeros álbumes en los que las influencias celtas eran bastante obvias. Estas fueron representados por el violinista Bob Faulds y la flautista Angela Gordon y, al menos que yo sepa, fuertemente respaldada por la vocalista y letrista Heather Findlay. Entre las melodías folk había épicas radicales cargadas con altos solos de guitarra por Bryan Josh y algunas canciones progrock. Me encantó; los primeros tres álbumes hicieron de MA una de mis bandas favoritas de todos los tiempos. Después de la partida de Faulds y Gordon, las influencias folky comienzan a desaparecer, culminando en su total ausencia en este álbum. En su lugar, obtenemos un álbum conceptual bien elaborado, basado en un tema oscuro y melancólico, con melodías bastante atractivas que caen en la categoría de rock. Extraño los elementos progresivos de este álbum. En mi opinión, ninguna de las canciones se acerca a sus canciones épicas, como "Heroes never die", "Evergreen", "Pass the clock". En álbumes anteriores ya me he preguntado por qué Josh y sus compañeros se apartaron de este tipo de canciones épicas, reemplazándolas por canciones de rock convencionales" basadas en pesados ​​riffs de guitarra en lugar de intrincados solos de flauta o piano. Esa pregunta es aún más dominante en este álbum; la sutileza se ha ido y para mí, la marca registrada de MA ha desaparecido. Debido a esto, estoy completamente sorprendido de que Dressed in voices reciba tantos elogios. Aunque aquí hay algunas canciones muy agradables, siendo la homónima la mejor del álbum, estaba decepcionado con la dirección que estaba tomando MA.
Se estaban convirtiendo en una de esas bandas buenas, corrientes, que alguna vez fueron excepcionales.
Destacan los temas "Saturday Night", "Not Yours to Take", "Running", "Down by the River" y "Dressed in Voices", que no son pocos, pero solo la última es una joya. Estaban muy influidos por la música de Alan Parson y, en menor medida, por Genesis.
Se trata de un buen álbum, pero excesivamente nostálgico a la vez que sombrío, con notas melancólicas que nos alejan a veces de la emoción.

Calificación: 7/10

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