Este disco debut supone el embrión de un gran proyecto, de un gran grupo.
Aparecen las grandes influencias folk que definirían su primera etapa, acompañados por flautas, gaitas y violines en algunos temas.
Este álbum es un homenaje a la tierra, a la naturaleza, a las tradiciones, a las raíces, a la música, a la familia... a todo aquello que nos une.
Aquí las influencias de Pink Floyd más el folk británico sobresalen más que ninguna otra. Un disco folk-sinfónico, donde hay tres grandes temas: "Nowhere To Hide (Close my Eyes)", "Heroes Never die" y "Porcupine Rain". Además, aparecen dos instrumentales como "Folcklore" y "Shenanigans", junto con los aclamados pero plúmbeos "The night sky" y "The last climb", llenos de atmósferas celtas y pinkfloydianas.
Los temas cantados son mayoritariamente interpretados por Bryan en detrimento de Heather, quien prácticamente se limita a los coros.
Un primer disco bueno, pero que sobre todo apunta a la gran carrera que habrá de seguir.
Los temas cantados son mayoritariamente interpretados por Bryan en detrimento de Heather, quien prácticamente se limita a los coros.
Un primer disco bueno, pero que sobre todo apunta a la gran carrera que habrá de seguir.
Calificación: 7/10
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